
Al conmemorar el Día del Periodismo Ecuatoriano, necesariamente tenemos que evocar la figura más grande y relevante del siglo- XVIII, Francisco Eugenio de Santa Cruz y Espejo, nacido el 21 de febrero de 1747 en Quito, bajo el régimen colonial de la época. Su ficha excepcional de quiteño humanista e ilustrado registra justamente la obtención de su título de Doctor en Medicina en 1767, a los veinte años de su edad, lo que le permitió profundizar en estudios e investigaciones científicas , que puso a disposición y servicio de sus semejantes.
Su talento y afán de superación lo llevaron a dedicar hasta 12 horas diarias al estudio de los grandes autores clásicos como: Cicerón, Horacio, Quintiliano y otros, para convertirse en un quiteño ilustre que obtuvo en la Universidad Santo Tomás de Aquino los doctorados en Letras , Filosofía, Derecho y Teología, siendo en esta época con tantos doctorados la figura excepcional por su erudición y sapiencia.
Sin embargo de este perfil de científico, filosófico, ensayista y literato, Eugenio de Santa Cruz y Espejo trasciende más allá del tiempo y del espacio por su labor irreductible, franca, verdadera y diáfana del periodista inclaudicable, fundador del primer periódico de la Época “PRIMERAS DE LA CULTURA DE QUITO”, cuyo primer ejemplar apareció el 5 de Enero de 1792, convirtiéndose en el Decano de los periódicos americanos.
Es en este campo donde emprende su dura batalla contra la corrupción, las injusticias y el abuso de los encomenderos; las arbitrariedades y el extorsiones de las autoridades de turno; el trato inhumano y cruel contra los grandes sectores de aborígenes que dentro de una vida misérrima trabajaban en los obrajes y artesanías para enriquecer a unos pocos.
Su pluma acerada en el crisol de la verdad le servía para luchar por el “triunfo de lo bueno, lo bello y lo justo”, como paradigmas de su formación ética y moral que configuran su recia personalidad de hombre libre , comprometido con la verdad y justicia .
Igualmente, la fundación de la “Sociedad Patriótica Amigos del País”, para impulsar la lucha contra la opresión colonial, nos revela su pensamiento pluralista, renovador y humanista, cuyo propósito era promover la emancipación de la Audiencia de Quito, convirtiéndose así en el Primer Precursor de nuestra independencia política de España.
La lucha inclaudicable de Espejo le trajo como consecuencia la persecución política implacable del gobierno español, con juzgamientos arbitrarios, destierros, injusticias y encarcelamientos hasta el final de sus días, soportados estoicamente hasta su muerte el 30 de Enero de 1795. Lo que constituye para el periodismo ecuatoriano un claro ejemplo de rebeldía contra las arbitrariedades del poder y una invitación a defender la paz, la verdad y la justicia a costa de nuestra propia existencia.
Al conmemorar este día el aparecimiento el 5 de Enero de 1792 del primer ejemplar de “PRIMICIAS DE LA CULTURA DE QUITO”, renovemos nuestro compromiso de luchar por la libertad de expresión y la defensa de la patria y de los grandes valores democráticos de nuestra sociedad, sin claudicaciones ni temores, recordando lo que expresaba el Presidente Nacional de la Unión Nacional de Periodistas del Ecuador, cuando decía: “El periodismo alcanza su esplendor cuando supera miedos, rompe silencios y descubre mentiras”.
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